¡Ya están aquí las rebajas!
Un período del año en el que las aglomeraciones, la cantidad de artículos (muchos de ellos desordenados) y el gasto es el ambiente que predomina. Muchos son los que se adentran en los comercios con el objetivo de cazar gangas y llenar el armario para la temporada. Otros se adentran con otras inquietudes. Y en Cyrasa sabemos lo que eso significa.
Si eres de los que no puedes esperar a que se calme un poco el ambiente por no quedarte sin esa prenda o producto deseado y decides armarte de valor estos días y meterte de cabeza a las tiendas, ten cuidado: también hay rebajas para los carteristas, que en estas ocasiones llenan su bolsillo, y no de ropa precisamente. Las aglomeraciones son su espacio favorito.
Por otro lado, también las tiendas ven desaparecer productos por arte de magia y es que, los desórdenes que se producen debido a la gran afluencia de los clientes crean la atmósfera favorita para los pequeños hurtos.
De esta manera, se crean dos perfiles diferentes de "ladrones de rebajas". Por un lado están los expertos, que ya saben todos los trucos y cada movimiento para pasar desapercibido, y cuyo objetivo es: o bien robar directamente la cartera u objetos personales al cliente, o llevarse grandes cantidades de ropa, objetos y productos electrónicos para comercializar; y, por otro, los ladrones ocasionales, sin antecedentes, que merodean por las tiendas en busca de un descuido para llevarse el producto.
Desde Cyrasa queremos que tanto público como empleados estén atentos a estos posibles robos y os dejamos unos consejos de seguridad:
En los comercios:
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Por supuesto, el objetivo principal es instalar medidas de seguridad en el establecimiento (cámaras de seguridad, alarmas en las prendas y en las puertas, etc.), cubriendo todos los puntos posibles.
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No le cuentes a nadie ajeno al comercio las medidas de seguridad que tienes.
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Todos los empleados deben estar atentos y posicionarse en cada una de las secciones para tener vigiladas las diferentes zonas de forma personal, reconociendo, en la medida de lo posible, a cada cliente y ofreciendo un trato personal en caso de que sea posible, para ejercer una cierta influencia sobre los ladrones en potencia.
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Evita tener grandes cantidades de dinero en el comercio.
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Prestar atención y desconfiar de las personas que entren en el establecimiento con cascos o cualquier otro elemento que dificulte su identificación visual.
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Permanecer atento a la entrada y permanencia de grupos de personas que, aprovechando su número, puedan llevar a cabo hurtos u otra actuación ilegal.
Público en general:
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Intenta llevar ropa con bolsillos cerrados por una cremallera.
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No guardes tu cartera en el bolsillo de atrás del pantalón.
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No lleves grandes cantidades de dinero. Puedes pagar con tarjeta o sacar la cantidad justa para cada comercio.
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Lleva el bolso siempre delante y a la vista, cerrado y, a poder ser, cruzado.
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Al sacar dinero del cajero, elegir los del interior de la sucursal, vigilar que nadie merodee a tu alrededor y teclear la clave con discreción.
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No te metas dentro de las aglomeraciones y frecuenta sitios donde haya espacio suficiente.
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Si sospechas de que una persona, por sus características y comportamiento, puede ser un carterista, no lo dudes y mantente lejos de ella. Observa su comportamiento y en caso de ver que sus manos van a lo ajeno, avisa inmediatamente a seguridad.