Vivir cerca de un lugar importante o acudir a grandes eventos a veces es una tortura tecnológica. No hay WiFi ni cobertura y cualquier comunicación a través de tus dispositivos se hace casi imposible. Esto es debido a la existencia de inhibidores de frecuencia, unos dispositivos electrónicos que bloquean cualquier frecuencia a través de interferencias, impidiendo que llegue una determinada señal y se produzca la comunicación y la transmisión de información. Lo que hacen es emitir una señal mucho más potente que la de los sistemas de transmisión que se quieren interferir, dificultando que ésta llegue.
Dependiendo del nivel de seguridad requerido el sistema interferirá en mayor o menor grado sobre las transmisiones. Existen inhibidores de diferentes tamaños y para diferentes frecuencias: GSM, CDMA (telefonía móvil) 3G, 4G, WiFi, Bluetooth o GPS. Su uso está limitado a las autoridades, que pueden utilizarlo para proteger edificios o vehículos, impidiendo, por ejemplo, la detonación de explosivos desde un móvil. Cualquier otro uso está prohibido por la Ley 9/2014, de 9 de mayo, General de Telecomunicaciones.
Las sanciones que contempla la Ley por el uso de inhibidores van desde los 500.000 euros en el caso de infracción grave hasta los 20 millones de euros en el caso de que se declarase como una infracción muy grave.
Además, según la Directiva 1999/5/CE de Ministerio de Industria, Energía y Turismo "Los inhibidores de frecuencia, inhibidores de telefonía móvil, inhibidores de comunicaciones y todo tipo de inhibidores que interfieren, dificultan o entorpecen las comunicaciones, no pueden ser importados, puestos a la venta, llevar el marcado CE, ni pueden ser utilizados en todo el territorio español, salvo las excepciones que se señalan en la propia Directiva".
A pesar de ello, en Internet es fácil encontrarlos, y son muchos los que no hacen un muy buen uso de ellos cuando los consiguen. Su utilización está extendida entre los ladrones, que se sirven de ellos para interferir en las alarmas y robar en domicilios o coches. Además, emplean inhibidores GPS y GSM para evitar la localización de vehículos robados y eliminar el sistema de comunicación de respaldo vía GSM que se activa al cortar la línea en alarmas de edificios y cajas de seguridad.
Afortunadamente, desde Cyrasa somos conscientes de ello y expertos en alarmas conectadas por red móvil. A la hora de instalar una alarma nuestros técnicos ajustarán frecuencia ultra estrecha que sea prácticamente imposible de ser inhibida.