El pasado 30 de diciembre entró en vigor, tras su publicación el 29 de diciembre en el Boletín Oficial del Estado (BOE), el nuevo Real Decreto 1036/2017 que amplía la Ley 18/2014 sobre uso de drones.
Si hasta ahora los drones solo podían volar de día en zonas rurales, fuera de las ciudades, la nueva normativa amplía los escenarios operativos, que podrán volar también en las ciudades y sobre personas con autorización y mientras cumplan los requisitos de seguridad impuestos por la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), esto es, que no sobrepasen los 120 metros de altura ni un peso superior a 10 kilogramos.
Además, se permitirá también volar en espacio aéreo controlado y los vuelos nocturnos. Para volar de noche los drones deberán incorporar luces, pintura u otros sistemas de señalización que garanticen su visibilidad.
En ciudad, los drones podrán desplazarse en un radio visual máximo de 100 metros y a una distancia de al menos 50 metros en horizontal de edificios y personas.
En zonas despobladas el radio de visión es de 500 metros y es ampliable a otros 500 sucesivamente, siempre que un observador mantenga contacto visual con el dron.
Pero ¡ojo! todas estas nuevas medidas son para pilotos de drones profesionales. Si no lo eres, a menos que tu dron pese menos de 250 gramas, no podrás volarlo en ciudad y deberás cumplir ciertas normas de seguridad.
Gracias a esta nueva normativa se abre un abanico de posibilidades y servicios en las ciudades que fomentarán el crecimiento del sector: más seguridad, vigilancia, mejora de trabajos en altura o innovación en el transporte, entre otras actividades.
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