A menudo asociamos la necesidad de instalar una caja fuerte en nuestra casa con la posesión de bienes muy preciados, como joyas, o mucho dinero en metálico que preferimos tener de forma material. Relacionamos más el uso de este compartimento a empresas o negocios o propietarios de grandes casas de lujo. La idea que emana de las películas ha transformado este recurso en algo elitista o destinado a un público concreto.
Pero lo cierto es que, cada vez más, las cajas fuertes se emplean para mantener documentos a salvo y bien localizados; documentos que cualquier persona puede tener y cuya pérdida supondría más de un quebradero de cabeza, cuando no un problema económico. Incluso un álbum de fotos que queramos mantener a salvo de robos o un incendio. Porque también hay que tener en cuenta que las cajas de seguridad pueden ser ignífugas y a prueba de humedades, por lo que la necesidad de instalar una en una casa aumenta.
Por todo esto, nunca está de más adquirir una caja fuerte y garantizar la seguridad de cualquier bien susceptible de robo o pérdida.
Existen varios modelos de cajas fuertes, pudiendo éstas ser empotrables (requiere obra para su instalación), de superficie (que no requieren obra pero pueden ser camufladas directamente en armarios, etc.), y armeros (destinadas a la custodia de armas).
Además tenemos que tener en cuenta qué queremos guardar para elegir bien el tamano de la misma y su ubicación.
Una vez decididos a incorporar una caja fuerte en casa y elegido el modelo, ¿dónde colocarla?
Algo esencial es hacerlo en un lugar donde no esté a la vista y se encuentre bien disimulada.
En cuanto a los sistemas de seguridad, además del material del que están fabricadas, las cajas fuertes disponen de contraseña y llave o sólo contraseña. Las hay desde las más clásicas, con la típica ruleta que con una combinación numérica y diversos movimientos se abre, hasta las más modernas, con un sistema digital numérico o alfanumérico, o incluso biométrico.
Destacamos también que una caja fuerte debe estar debidamente homologada y que debe respetar la normativa establecida. Elige una caja fuerte certificada según la norma UNE-EN 1143-1 por AENOR o, como mínimo, que cumpla la norma EN 14450.sobre medidas de seguridad en cajas fuertes, puertas y cámaras acorazadas